
Mi marca nace desde una necesidad profunda de expresar, de cuestionar y de crear impacto. No solo busco diseñar imágenes llamativas, sino generar conciencia y abrir espacios de reflexión sobre temas que muchas veces se callan, como el sufrimiento animal y la pérdida de la biodiversidad.
Quiero que mi marca sea un puente entre el arte y la protesta. Que cada obra, cada cartel, cada mural, comunique algo más allá de lo estético: que incomode, que despierte, que haga pensar.
A través del grabado y otros medios gráficos, quiero construir un lenguaje visual propio, auténtico y con propósito. Aspiro a que mi marca se reconozca no solo por su estilo, sino por el mensaje que lleva: un compromiso real con la naturaleza, la empatía y el cambio.
Mi meta no es solo mostrar, sino mover. Dejar una huella. Que lo que hoy se ve como una obra gráfica, mañana sea un impulso para actuar, cuestionar y escuchar lo que por tanto tiempo hemos elegido ignorar.